Exposiciones

De las prepelonas a las poscoronelas.

Recurre a elementos de archivo: documentos textuales y fotográficos además de algunos textos que han revisado ideas y sucesos de quienes han sido partícipes de nuestra historia, investigando acerca del relato que se ha elaborado acerca de los hechos de la Revolución Mexicana, específicamente respecto de las mujeres que se integraron a la batalla, siendo el cuestionamiento de la Historia lo que dio pie al trabajo que presenta Beltrán. Más allá de la figura acompañante de las «Adelitas» que pareciera un signo inconsistente e incluso miope, de la participación de las mujeres en la proeza revolucionaria, propone retomar el documento de archivo para no olvidar.

Re interpreta al archivo con diferentes recursos de representación que son gestos sobre los originales: cortes, puntos de bordado, inserción de signos. El hilo que atraviesa las imágenes, se transforma en la señal de quien busca tejer una nueva conformación de nuestra participación en los hechos históricos que han construido al país y con ello declarar que, en la propia construcción, revisión y reflexión de lo que las mujeres han sido para sí mismas y para la sociedad, se ha tenido que establecer una lucha diaria.

El relato que elabora Viviana Beltrán es atravesado de forma potente por el eje del cuerpo, ya que los cuerpos de la mujer en la Revolución y Post Revolución tuvieron que transformarse para volverse estandartes de su propia gesta: el cuerpo en guerra, cuerpo anónimo, cuerpo transgresor, cuerpo político, y cuerpo moderno. Cuerpos a los que en primera instancia se les ciñó en ideas, después asignados en prácticas establecidas y que tras un ejercicio político de autodeterminación se han impuesto como cuerpos que rompen con lo dictado y que buscan una y otra vez sus libertades.

La relación que establece Beltrán en esta muestra es un punto más de inflexión en esta historia de sometimientos diversos hacia los cuerpos y hacia las ideas, en el colectivo de nuevas narrativas que las mujeres elaboran para sí mismas.

En palabras de la Doctora Oliva Solís Hernández: «Vemos las resistencias frente a la idea de ser mujer, impuestas a través de las actividades o lugares que podemos ocupar las mujeres, como participar en la guerra, ascender en la jerarquía militar, pelear por el reconocimiento y perderlo por ser mujer, o protestar a través del largo del cabello, cortándoselo a «la garçon» en una peluquería para varones. Todo ello puede ser una vía para protestar pese a que las denigren llamándolas «pelonas» y las señalen como transgresoras, marimachas o travestis.»

Analí Núñez – Centro Queretano de la Imagen